¿De verdad somos lo que pensamos?

Ese mantra que escuchamos por todos lados

¡Eres lo que piensas!—lo repiten los libros, los reels de Instagram y hasta tu primo el coach de todo. Suena simple: cambia tu forma de pensar y listo, vida nueva. Pero… ¿Cómo explicamos las rachas de mala suerte, las enfermedades que llegan sin invitación o los amores que no aparecen aunque jures que los estás “manifestando”?

Idea clave: Tu mente es el timón, sí, pero el mar tiene marea propia.

Qué controlas y qué no

Dentro de tu cancha: Lo que te dices, cómo reaccionas y las decisiones que tomas después. Un diálogo interno más amable reduce estrés y te impulsa a actuar.

Fuera de tu control: Genética, economía, el tráfico de la ciudad, la lluvia el día de tu boda. Culparte de todo es como reclamarle al timón por un huracán.

Fórmula realista: Pensamiento + acción + apoyo = magia posible (no garantiza unicornios, pero ayuda mucho).

Libre albedrío vs. destino, ¿pelea o baile?

Imagina tu vida como un velero:

  • Tú eliges hacia dónde girar la vela.
  • El viento decide la fuerza y la dirección final.

Cuando cambie el viento, ajusta la vela. No hay más misterio.

Cómo ser tu propio laboratorio (sin bata blanca)

  1. Micro‑pausa (1 min): Cierra los ojos, respira hondo tres veces.
  2. Chequeo honesto: Pregúntate: “¿Con qué contenido/actividad me empacho (evado mi realidad)?” (scroll infinito, noticias dramáticas, comida chatarra, maratones en Netflix, etc.).
  3. Curiosidad de científico loco: Escribe un “¿Y si hoy…?” diario. Ejemplos:
    • ¿Y si hoy no me exijo tanto?
    • ¿Y si agradezco tres cosas chiquitas?
  4. Prueba y error: Cambia una mini‑costumbre (menos chisme digital antes de dormir, un vaso de agua extra, un paseo luego de la cena, 5 flexiones al despertar, un bañito de agua fría o un bañito luego de muchos días). Observa cómo te sientes.

Del laboratorio al jardín interior

  • Riega pensamientos nutritivos (libros que inspiran, gente que suma).
  • Poda la maleza (historias catastróficas que te cuentas).
  • Acepta las estaciones: días soleados y días nube—los dos son parte del mismo jardín.

Mini‑reto de 7 días

DíaDesafío consciente
1Respira 3 veces antes de desbloquear el celular.
2Escribe un pensamiento limitante y ponle “¿pruebas?”
3Cero redes 20 min antes de dormir
4Da gracias mientras te cepillas los dientes
5Cambia una crítica interna por una pregunta curiosa
6Camina 10 min sin auriculares
7Revisa qué hábito fue tu favorito y por qué

Moraleja sin endulzar

Pensar importa, pero no lo es todo. Mezcla mente despierta, cuerpo en acción y una tribu (comunidad, entorno) que te sostenga. Sé testigo cariñoso de tu propio show mental. Cada hallazgo es semilla: riégala, ponla al sol y regala frutos cuando llegue la cosecha.

¿Te gustaría un copiloto en esta aventura?

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Nos vemos en tu jardín interior.

Soy abogada y experta en propiedad horizontal, con estudios en educación y una tesis doctoral todavía en pausa. En plena crisis de los 40, después de años postergando decisiones, acepté que el derecho no era mi pasión.

Hoy soy coach ejecutiva certificada por TISOC y estudiante de licenciatura en comportamiento humano. Escribí un libro sobre procrastinación (después de procrastinarlo bastante) y creé este espacio para acompañar a quienes quieren dejar de posponer su vida y empezar a vivirla con intención.

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